domingo, 26 de julio de 2020

LOS EJEMPLOS DE CUBA



Cada 26 de julio millones de personas en el mundo celebramos un aniversario más del épico asalto al Cuartel Moncada, con que los cubanos, liderados por Fidel Castro, iniciaban la gesta que conduciría años más tarde al triunfo de la revolución. Y cada año recordamos que, con frecuencia, como los propios cubanos lo señalan, Cuba se encuentra “al borde de todo”.

La situación en Cuba hoy es difícil. El bloqueo norteamericano se ha acentuado a su “máxima expresión”, con el gobierno de Trump, y también se ha aplicado a Venezuela, produciendo su colapso y de paso impactando también en el intercambio de petróleo con la isla. A eso debe agregarse la pandemia generada por el coronavirus, cuyo impacto en la isla cubre muy diferentes aspectos, entre los más importantes, afecta las remesas desde Miami, que han disminuido considerablemente y por cierto el turismo, cuyo impacto ha sido en todo el mundo devastador. De este modo, la disminución de divisas para la adquisición de productos importados, que van desde petróleo, medicamentos, repuestos, comestibles, útiles de aseo, etc. está creando una situación particularmente grave en la economía cubana, que impacta directamente en la calidad de vida de la población. Se viven días difíciles para los cubanos.

La Unión Soviética y los países socialistas de Europa nos mostraron, de manera por lo demás dramática, que el camino al socialismo no sólo no es fácil, sino que también puede tener una vía de regreso. Cuba nos ha mostrado, durante 61 años, y lo sigue haciendo día a día, que la revolución es posible, pero no necesariamente indestructible.

Durante todos estos años, Cuba revolucionaria ha sido ejemplo para todos los pueblos del mundo, y particularmente para los de América Latina. Su historia, plagada de dificultades, nos ilumina con tres grandes éxitos.

El primero, desde luego, el triunfo mismo de la revolución, que se ilustra victoriosa en esa entrada triunfal el 1 de enero de 1959, a La Habana, el frente dirigido por Eloy Gutiérrez M. y a Santiago de Cuba, el dirigido por Fidel Castro R.
El segundo gran éxito, fue “hacer socialismo”. Recibiendo un país en la miseria y la ignorancia, Cuba erradicó primero el analfabetismo, y hoy cuenta con un sistema de educación, público, laico y gratuito, en todos los niveles, reconocido como uno de los mejores del mundo, y que ha servido de modelo para otros países. Reconocido también en todo el mundo es la excelencia de su sistema de salud, público y universal, con éxitos destacadísimos como su muy baja tasa de mortalidad infantil, o ser el primero en el mundo en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH/Sida, así como la sífilis congénita. Y desde luego, el que mayor colaboración en salud ha prestado en el mundo. En la misma línea de grandes logros del socialismo, Cuba se presenta hoy no sólo como el país más seguro de Centro América y el Caribe, sino como uno de los más seguros del mundo, con mínimos índices de homicidios así como de tráfico de drogas. 


                              Drogas ilegales. Principales líneas de fractura del modelo


Conocidos son también los logros en materias deportivas, científicas y en algunas áreas de artísticas.
Y todo esto, con más de 6 décadas del bloqueo económico más largo y brutal que país alguno ha soportado.
El tercer gran éxito ha sido la defensa de la revolución, permanentemente agredida desde sus inicios.
La revolución cubana ha sobrevivido a 61 años de ataques de los sucesivos gobiernos norteamericanos, en las más diversas esferas. Militares, como los ocurridos en abril de 1961, cuando aviones norteamericanos disfrazados con insignias cubanas atacaron los aeropuertos de Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, preparando la invasión que viniera dos días después, cuando adiestrados por la CIA en Nicaragua, en Bahía Cochinos, desembarcaron 1.500 hombres armados, con el apoyo de cinco barcos mercantes, quince lanchas de desembarco, dieciséis aviones, cinco tanques, camiones y armas de artillería, fueron derrotados en poco más de tres días. Logró evitar más de 600 intentos de asesinato de su líder, Fidel Castro R., y en los años 90 parar el terrorismo dirigido desde Miami, que llegó a poner algunas bombas en hoteles dedicados al turismo internacional. La defensa de la revolución debió enfrentar el terrorismo biológico, como cuando la CIA infectó la población porcina, y hubo que sacrificar varios millones de cerdos, en ese momento la principal fuente de carne del país.
Un capítulo especial de defensa de la revolución se vivió luego de la caída de los gobiernos socialistas de la Unión Soviética y Europa del Este, los principales aliados políticos, militares y comerciales de la isla, a fines del año 89 y principios de los 90. Muchos anunciaron el fin de la revolución, y muchos más se lo creyeron. Recuerdo haber estado en Miami en el año 94 por razones de trabajo y haber sido invitado a las oficinas del FBI. A los chilenos que allí andábamos se nos hizo una breve exposición de los planes que tenían para enfrentar la principal preocupación del FBI en esos momentos, cómo controlar las calles de la ciudad, y la bahía, para cuando producto de las extremas condiciones en que en ese momento vivía la gente en Cuba, fuera derrocado el gobierno revolucionario. Según se nos explicó, esperaban millones de personas en las calles de Miami celebrando y decenas de miles de embarcaciones de todo tipo navegando hacia La Habana. ¡Demás está decir que nunca tuvieron la oportunidad de verificar la calidad de sus planes!


                                  Con Allende, en hombros de gigantes

En los días que corren, dos noticias de muy variado matiz dan cuenta precisamente de dos de estos grandes éxitos ya mencionados, la defensa de la revolución y la construcción de socialismo.

Una, nos viene desde el cine. La incorporación, hace algunas semanas, a la plataforma de Neflix de la película "Red Avispa” generó un profundo malestar entre miles de cubanos de Miami, que hicieron enormes esfuerzos por conseguir que fuera retirada, consiguiendo de paso darle una publicidad que no había tenido ni en su estreno en el Festival de Venecia. Se trata de una producción internacional, con actores como Penélope Cruz, Edgard Ramírez o Gael García, que da cuenta de la infiltración de un grupo de cubanos revolucionarios en las redes anticastristas de los años 90 en Miami, que buscan derrocar al gobierno de Fidel. La película, basada en hechos reales, muestra por un lado la decadencia de los líderes de esos grupos, dedicados también al narcotráfico y el terrorismo, como el enorme sacrificio personal y familiar de quienes abandonaron su patria y su familia para luchar por ellas, (y que luego fueron detenidos y debieron pasar años en las cárceles norteamericanas), así como el ningún interés de las autoridades norteamericanas por combatir el terrorismo cuando está de su lado.

La otra, nos viene desde lo más profundo de nuestra actual realidad, la pandemia del coronavirus, y se puede ilustrar muy brevemente. Más de 3.000 miembros, integrantes de 42 brigadas Henry Reeve, especializadas en situaciones de desastres y graves epidemias, se desplegaron en 29 países, a solicitud de sus autoridades, combatiendo directamente la epidemia en los lugares más complejos, sumándose a los más de 28 mil profesionales de la salud, que repartidos en 59 países, ya lo estaban haciendo.

Ayer, cuando el mundo socialista parecía derrumbarse, y en Europa los partidos comunistas y movimientos marxistas caían en el desaliento y el abandono de esas ideas, el ejemplo de Cuba revolucionaria, sobreviviendo a pesar de todo, nos dio aliento y nos mostró no sólo que la revolución se defiende, sino por sobre todo, que debíamos seguir confiando en que es posible.

Hoy Cuba socialista sigue en pie, y a pesar de los ataques, los errores, y los serios problemas que enfrenta, sigue siendo, igual como desde hace 61 años, un faro de paz y solidaridad, un ejemplo para los pueblos del mundo.

26 de julio de 2020


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