domingo, 12 de julio de 2020

¡LO PROMETIDO ES...DEUDA!


En los primeros días del mes de julio, el Banco Central informó que la deuda total de los hogares chilenos alcanza a poco más del 75% de sus ingresos, la más alta de la que se tiene historia. Con ello, se reconocía que los hogares chilenos son los más endeudados de América Latina, y lo que es aún peor, que dicho endeudamiento está en alza.

En verdad desde hace ya más de 20 años que el endeudamiento constituye un elemento central de la economía familiar. Pero los motivos de dicho endeudamiento, los elementos asociados a él, han ido cambiando. Lorena Pérez, por ejemplo, Doctora en Ciencias Humanas Aplicadas y académica de la Universidad de Chile nos ha dado cuenta de esas variaciones. Ella señalaba que en una época el endeudamiento junto con dar estatus social (soy persona creíble para la banca), permitió el acceso a nuevos bienes (lavadoras, automóviles, etc.); en otra, se estimó como inversión en educación, para así posibilitar movilidad ascendente socialmente de quién estudiaba en la universidad, (y por ello justificaban un endeudamiento por décadas), perspectiva que por lo demás fracasó, por intereses usureros de la banca, universidades cuyos títulos no estuvieron a la altura de lo ofrecido y que en definitiva generaron cesantes titulados con salarios miserables, entre otras cosas.

                   Ciento dos días de soberbia, errores, mentiras y horrores

Pero hoy la situación es claramente diferente. El endeudamiento es simplemente requerido como una manera imprescindible de llegar a fin de mes, de pagar el arriendo, el supermercado, la salud, la educación básica de los hijos, y otras materias del diario vivir.

El endeudamiento afecta los aspectos económicos de la vida; pero es mucho más que eso. Lo que hoy viven millones de chilenos impacta toda su vida individual y de relación, aspectos afectivos, emocionales, laborales, sociales, familiares. La nueva necesidad de “trabajar para pagar las deudas”, por ejemplo, obliga a muchos a trabajar más, ya sea en horas extras o en segundos trabajos, con lo obvios efectos en la salud y en la calidad de vida. La necesidad de no perder el trabajo, así como el menor tiempo de libre disponible, agravado por un transporte público ineficiente y de mala calidad, debilitan, aún más, dicha calidad. El endeudamiento en que hoy viven millones de chilenos, constituye uno de los importantes factores asociados a la génesis de los graves problemas de salud mental que hoy tiene el país.

Y hoy, con una pandemia que amenaza seriamente la vida de millones de personas, cuyo origen si bien no es responsabilidad del gobierno, si lo es en cuanto a la magnitud desmedida que ha tenido, y debilita profundamente la actividad económica del país, cuando la cesantía y el hambre rondan sobre millones de chilenos, el gobierno de Chile Vamos, sólo ofrece…más endeudamiento.

¿Qué soluciones se ofrecen para los trabajadores que han perdido su empleo o reducido sus salarios? Endéudese. ¿para los estudiantes que no pueden pagar sus aranceles? Endéudese. ¿Para los pequeños empresarios que están quebrados o por quebrar? Endéudese….

En verdad a veces resulta increíble la ceguera de esta derecha. Hace poco más de un año el pueblo salió a las calles cansado de soportar tanta injusticia, tanta miseria, tantos abusos, y durante tanto tiempo. La explosión social que se vivió podría haber abierto los ojos de una derecha responsable de dicha situación. Pero no fue así, y sólo vimos la represión y algunas migajas que parecen haber caído de la mesa de los dueños de Chile.

Acrecentada la desesperación por una situación de pandemia manejada con soberbia, mentiras, e indolencia, la realidad es ahora aún más apremiante. Hoy es el hambre, en toda su cruel realidad, lo que aguijonea el estómago y el corazón de muchos. Y la respuesta sigue siendo la misma, endéudese.

                                             ¡Infiltrado en el gobierno de Piñera!


Y no nos debe extrañar. Los dueños de Chile, esos que controlan las AFP, la Banca, las Compañías de Seguros, las grandes tiendas comerciales, esos a los que nunca le han importado las condiciones en que viven la inmensa mayoría de los chilenos, esos que hoy están en La Moneda, tienen buenas razones para ello.

El endeudamiento de millones de chilenos constituye uno de los mecanismos más relevantes para el sistema económico neoliberal que se mantiene a sangre y fuego -y pocas veces la expresión ha tenido un sentido más literal- en este país. El sistema financiero, que se sustenta justamente sobre la base del endeudamiento, es hoy día crucial para mantener las altísimas tasas de ganancia que otorga el modelo a quienes son dueños del capital. Las AFP, la banca y los grandes consorcios comerciales, son elementos claves en la mantención y desarrollo de un sistema económico que tanto daño ha hecho a millones de chilenos, pero que ha enriquecido a unos pocos de manera grotesca, y que se busca mantener a toda costa.

                          Gobierno Ineficiente, indolente y provocador

Pero hay más, y es que si en verdad el endeudamiento de la población es un excelente negocio para esquilmar a los trabajadores, también es un excelente mecanismo de control social. A modo de ejemplo recordemos que al aumentar la oferta de trabajo, disminuyen los salarios y las condiciones en que se debe realizar ese trabajo, pero además, entrega motivos adicionales para temer la represión del empleador, debilitando al sistema sindical y la consiguiente fuerza de negociación.

Y hoy, si a todo esto agregamos que la alternativa para no endeudarse es retirar un porcentaje de los fondos de las AFP, y con eso atacar el modelo neoliberal desde sus mismos cimientes, hay más razones aún para ofrecer…más endeudamiento. Lo prometido es …deuda.


Fernando García Díaz

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