martes, 7 de diciembre de 2021

“COMUNISMO O LIBERTAD”, o mentir, mentir, que algo queda

 


Con majadera insistencia, el candidato de la extrema derecha, o alguno de sus partidarios han reiterado que la elección que deberá determinar qué presidente tengamos por los próximos cuatro años implica una definición entre comunismo o libertad. Por supuesto que ellos representan la libertad, y Gabriel Boric el fantasma del comunismo. No se trata por cierto de la primera campaña anticomunista basada en el miedo que conocemos en éste país, pero sin duda de una de las difíciles de entender, a la luz de los hechos más básicos que presenta la actual realidad política. O dicho en otros términos, de una que carece de la más elemental racionalidad y al contrario, se sustenta en una doble mentira, tanto en lo referido al comunismo, como a la libertad.

Lo primero que afirma esta campaña, es que el gobierno de Boric será un gobierno comunista. Y sin entrar en el análisis de la burda caricatura que se presenta de los comunistas, podemos señalar que el análisis racional más básico nos muestra que en verdad no existe elemento alguno que le otorgue atisbos de realidad a dicha afirmación. Desde luego Boric no es militante comunista, y en su condición de candidato a la presidencia es apoyado por un sinnúmero de partidos políticos, como el PPD, los radicales, el P. Socialista y el Partido Democratacristiano, el Frente Amplio, uno de los cuales es el P. Comunista de Chile. Y en esto, la historia es clarísima, el PCCH ha formado parte de los gobiernos de Allende y de M. Bachelet y ninguno de ellos ha atentado contra la libertad de nadie.

Pero mucho más que eso, su programa de gobierno no contiene un solo elemento que permita sospechar que busca reemplazar el modelo capitalista, como lo debería hacer un programa que busca instalar una modelo comunista. Es más, ni siquiera se plantea como un “camino al socialismo”, como sí lo hacía el programa de Allende. Aquí lo que hay es un programa claramente socialdemócrata, que a lo que aspira es a superar el neoliberalismo, una de las peores manifestaciones del capitalismo, (que se impusiera en nuestra patria a sangre y fuego durante la dictadura) por un modelo más democrático, con mayores derechos sociales, que ponga fin a las bestiales injusticias y diferencias que se dan en nuestro país, que en definitiva asegure una vida digna a todos los chilenos pero, en el lenguaje marxista, siempre dentro del capitalismo.

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Por otro lado, sin el menor pudor, la extrema derecha se presenta como adalid de la libertad, en circunstancias que han sido precisamente ellos quienes en nuestro país han atentado en contra de las libertades más básicas de las personas. Recordemos que en los últimos cien años nuestro país ha pasado por varios regímenes dictatoriales o antidemocráticos, la dictadura de Ibáñez entre 1925 y 1931, el gobierno de González Videla luego de la dictación de la “ley maldita” en 1948 y por supuesto la dictadura cívico militar de Pinochet entre 1973 y 1990, y no sólo todos han sido gobiernos de derecha, sino que en la dictadura reciente participaron muchos de los que hoy “luchan por la libertad”. Que quienes fueron no sólo “cómplices civiles”, sino coautores del gobierno más criminal que Chile ha conocido, que prohibió los partidos políticos y las organizaciones sindicales, (no las gremiales de los empresarios), quemó libros, cerró diarios y revistas, impuso la censura previa a la prensa, y detuvo, torturó y asesinó a miles de chilenos vengan a proclamarse como adalides de la libertad, es no sólo una verdadera ironía, sino una desvergüenza que no tiene nombre.

Por otro lado, desde una perspectiva teórica, la libertad la podemos entender como “la posibilidad real de escoger!, y precisamente lo que hoy no tiene la mayoría de los chilenos es precisamente eso, la posibilidad real de escoger en los aspectos más básicos de su vida cotidiana. Una derecha que transformó la educación en mercancía privó a la mayoría de las familias de la posibilidad de escoger el colegio al que mandar a sus hijos. Esa misma derecha hizo algo similar con la salud y más del 80% de los chilenos hoy deben ir a la salud pública, no por elección, sino por la imposibilidad de pagar el plan de una ISAPRE. Y esa misma derecha que hoy “aboga por la libertad”, obligó a los chilenos a entregar sus cotizaciones previsionales a la AFP. Es decir, al contrario de lo que argumentan, esta extrema derecha, con el único objetivo de enriquecerse más y más, ha ido cercenando parte importante de los derechos y las libertades que los chilenos habíamos conquistado   

Por último, no olvidemos que esos “amantes” de la libertad han impedido que las mujeres decidan sobre su propio cuerpo, que quienes asumen una sexualidad diversa pueda casarse con quienes aman, y un aspecto más reciente, que quienes querían efectuar un cuarto retiro de sus fondos de pensiones lo pudieran hacer.

Cuando la derecha tiene un candidato que propone eliminar el Ministerio de la Mujer, cerrar el Instituto de Derechos Humanos, construir una zanja en la frontera para evitar el ingreso de inmigrantes, poder detener a las personas sin juicio, sin orden judicial y en lugares que no sean cárceles, coordinarse con gobiernos de derecha de otros países para perseguir dirigentes sociales y políticos, la dicotomía “comunismo o libertad” no sólo es falsa, sino que busca ocultar que lo que verdaderamente se juega en nuestro país en la próxima elección es democracia o fascismo.

 

 Santiago, diciembre 7 de 2021