miércoles, 1 de julio de 2015

EL TESORO DE "NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES A ESPAÑA"



Fernando García Díaz
 

El 5 de octubre de 1804, la fragata española denominada  “Nuestra Señora de las Mercedes", perteneciente a la Armada española, es hundida frente a las costas de Portugal, por la flota inglesa. Fallecieron 249 marineros y 51 supervivientes fueron hechos prisioneros. La fragata provenía de Montevideo, aunque inicialmente lo había hecho desde el Callao. Venía cargada de oro, plata, telas de vicuña, corteza de quina y canela. 

 

Por más de un siglo objeto de caza tesoros, el año 2007 los restos del naufragio fueron ubicados por los buzos de la empresa norteamericana caza tesoros Odyssey Marine Exploration, quien se dedicó a extraer lo valioso allí encontrado. Ese  mismo año España inició la batalla legal para que le fuera entregado el contenido del rescate.

Finalmente, y después de casi 5 años de batallas legales en tribunales de Atlanta y Florida, se ordenó la entrega a España. El mayor tesoro subacuático jamás recuperado, de más de 17 toneladas fue trasladado por dos aviones desde Florida a la base aérea de Torrejón de Ardoz. Según se ha informado, se trata de 212 monedas de oro y 13 mil de plata restauradas. El resto, hasta completar las 600 mil monedas, están en contenedores, muchas de ellas compactadas unas con otras formando verdaderos bloques. Hay además 6 lingotes, cinco de cobre y uno de estaño, fragmentos de balas de cañón y tres cajas de rapé, de oro.

El hecho nos deja una serie de enseñanzas, entre las cuales vale la pena destacar.

1.    Tenía razón UNESCO cuando se manifestaba “…Profundamente preocupada por la creciente explotación comercial del patrimonio cultural subacuático y, especialmente, por ciertas actividades que tienen por objetivo la venta, la adquisición o el trueque de patrimonio cultural subacuático,” el año 2001, en el prólogo de la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuatico, que Chile NO ha ratificado.

2.    La entrega al Gobierno Español del tesoro mencionado constituye un freno poderoso a los saqueadores del patrimonio cultural, entre los que destaca la empresa norteamericana aludida.

3.    Pero el saqueo a los pueblos latinoamericanos continúa. Las monedas habían sido acuñadas en Lima, Perú, en 1803, y era ese país el que debía haber sido el destinatario final del tesoro.

                                                 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario