lunes, 19 de octubre de 2020

COMUNA PEQUEÑA, ALEJADA DE SANTIAGO, POBRE Y AGRÍCOLA, POR QUÉ VOTAR APRUEBO

 

 

En una semana más, nuestro país vivirá un día histórico. Por primera vez en la historia de nuestro país, el pueblo podrá decidir si desea seguir con la vieja constitución elaborada durante la dictadura, o darse una nueva. Y si ese resultado gana, decidir cómo se conformará el grupo de personas que elaborará la nueva carta magna. Se trata, sin lugar a dudas, de un acontecimiento que puede resultar el más relevante para el futuro social y político de nuestro país en las próximas décadas. Como sabemos, las alternativas son dicotómicas, o te manifiestas por el Apruebo el cambio, o te manifiestas por el Rechazo el cambio. Frente a esta situación, no hay más alternativas.

Con toda la importancia que tiene este hecho histórico, hemos visto a algunos autodesignados candidatos a alcaldes de nuestro pueblo, negarse a responder si son partidarios de una u otra opción. Y lo que es peor, han dado como argumento, el que lo que se decida no es importante para los villalegrinos, que se trata más bien de un tema que tiene implicancias sólo para Santiago o para los “políticos”. Una respuesta de esta naturaleza, nos parece, sólo puede ser resultado de un oportunismo político de la peor envergadura, o más grave aún, de una ignorancia supina respecto de lo que se está decidiendo. Oportunismo hay en aquellos que siendo partidarios del Rechazo, y teniendo la convicción que su opción perderá, se niegan a reconocerlo precisamente para no partir su campaña como perdedores. Ignorancia, en quienes creen, de verdad, que optando a un cargo político como el de Alcalde, ellos no lo son.

Lo cierto es que, lejos de carecer de importancia, el Plebiscito del 25 de octubre adquiere una relevancia especial para los villalegrinos, en cuanto no sólo son habitantes de nuestro país, sino además, de una comuna alejada de la capital, pobre y agrícola.

De partida, la decisión de si se mantiene la constitución de la dictadura o se redacta una nueva afecta a todos los villalegrinos en su condición de habitantes de nuestro país. Los villalegrinos, al igual que la inmensa mayoría de los chilenos, queremos una constitución de derechos, con marcado énfasis en los derechos sociales, que garantice pensiones dignas, salarios justos, salud para todos, educación gratuita y de calidad, derecho a la vivienda, medio ambiente libre no contaminado, y un laaaargo etc., que la actual constitución no garantiza.

Pero además, vivimos en una pequeña comuna alejada de la capital, con una constitución centralista a toda prueba. Una nueva Constitución debe tener una mirada descentralizada de nuestro país, permitiendo que municipios y gobiernos regionales efectivamente gobiernen y no se limiten a la mera administración de lo que otros resuelvern. Los alcaldes deben tener facultades para que, con la participación directa de la comunidad, puedan decidir en materias locales relevantes para sus propias comunas.

Por otro lado, la nueva constitución debe garantizar que los ingresos municipales se repartan de manera equitativa entre las distintas comunas, considerando especialmente el número de habitantes que cada una de ellas posee, y no según la riqueza o pobreza de esos habitantes. No es posible que mientras el presupuesto por habitante de Vitacura es de $1.143.000.-, el de Villa Alegre en el mismo período sea de $117.000[i], es decir, casi una décima parte. Como tampoco es posible que mientras en Las Condes la mortalidad infantil es de 5,1 por mil, en nuestra comuna sea de 7,3. Algo similar ocurre con la seguridad. No es razonable que mientras más dinero tengan los habitantes de una comuna, más policías tengan para que los cuiden.

Por otro lado, Villa Alegre es una comuna agrícola, y la agricultura está sufriendo un enorme impacto con el cambio climático, pero nuestro país poco o nada nada se hace al respecto. Una nueva constitución debe promover una agricultura sustentable, motor del desarrollo local en comunas como la nuestra, debe impulsar la soberanía alimentaria, para lo cual necesita dar un fuerte impulso a la agricultura familiar. Una nueva constitución debiera también promover una salud preventiva, -no sólo reactiva como en la actualidad, (que es la que permite las mayores utilidades a los dueños de las Isapres)- lo que implica, entre otras cosas, la promoción de una alimentación saludable, política que también debiera incidir en nuestra comuna.

En fin, tenemos una constitución que no sólo es de origen ilegítimo, producto de una dictadura, sino que fue diseñada para defender a sangre y fuego un modelo de desarrollo neoliberal, en donde el más grande se come al más chico, … y nosotros somos chicos entre los chicos.

Los Villalegrinos tenemos éstos, y mil argumentos más para participar el 25 el plebiscito, y sin titubear, marcar primer APRUEBO, y luego CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL.

Villa Alegre, 19, 10. 2020.

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