En
los primeros días del mes de julio, el Banco Central informó que la deuda total
de los hogares chilenos alcanza a poco más del 75% de sus ingresos, la más alta
de la que se tiene historia. Con ello, se reconocía que los hogares chilenos
son los más endeudados de América Latina, y lo que es aún peor, que dicho
endeudamiento está en alza.
En
verdad desde hace ya más de 20 años que el endeudamiento constituye un elemento
central de la economía familiar. Pero los motivos de dicho endeudamiento, los
elementos asociados a él, han ido cambiando. Lorena Pérez, por ejemplo, Doctora
en Ciencias Humanas Aplicadas y académica de la Universidad de Chile nos ha
dado cuenta de esas variaciones. Ella señalaba que en una época el
endeudamiento junto con dar estatus social (soy persona creíble para la banca),
permitió el acceso a nuevos bienes (lavadoras, automóviles, etc.); en otra, se
estimó como inversión en educación, para así posibilitar movilidad ascendente
socialmente de quién estudiaba en la universidad, (y por ello justificaban un endeudamiento
por décadas), perspectiva que por lo demás fracasó, por intereses usureros de
la banca, universidades cuyos títulos no estuvieron a la altura de lo ofrecido
y que en definitiva generaron cesantes titulados con salarios miserables, entre
otras cosas.
Ciento dos días de soberbia, errores, mentiras y horrores
Ciento dos días de soberbia, errores, mentiras y horrores
Pero
hoy la situación es claramente diferente. El endeudamiento es simplemente
requerido como una manera imprescindible de llegar a fin de mes, de pagar el
arriendo, el supermercado, la salud, la educación básica de los hijos, y otras
materias del diario vivir.
El
endeudamiento afecta los aspectos económicos de la vida; pero es mucho más que
eso. Lo que hoy viven millones de chilenos impacta toda su vida individual y de
relación, aspectos afectivos, emocionales, laborales, sociales, familiares. La
nueva necesidad de “trabajar para pagar las deudas”, por ejemplo, obliga a
muchos a trabajar más, ya sea en horas extras o en segundos trabajos, con lo
obvios efectos en la salud y en la calidad de vida. La necesidad de no perder
el trabajo, así como el menor tiempo de libre disponible, agravado por un
transporte público ineficiente y de mala calidad, debilitan, aún más, dicha
calidad. El endeudamiento en que hoy viven millones de chilenos, constituye uno
de los importantes factores asociados a la génesis de los graves problemas de
salud mental que hoy tiene el país.
Y
hoy, con una pandemia que amenaza seriamente la vida de millones de personas,
cuyo origen si bien no es responsabilidad del gobierno, si lo es en cuanto a la
magnitud desmedida que ha tenido, y debilita profundamente la actividad
económica del país, cuando la cesantía y el hambre rondan sobre millones de
chilenos, el gobierno de Chile Vamos, sólo ofrece…más endeudamiento.
¿Qué
soluciones se ofrecen para los trabajadores que han perdido su empleo o reducido
sus salarios? Endéudese. ¿para los estudiantes que no pueden pagar sus
aranceles? Endéudese. ¿Para los pequeños empresarios que están quebrados o por
quebrar? Endéudese….
En
verdad a veces resulta increíble la ceguera de esta derecha. Hace poco más de
un año el pueblo salió a las calles cansado de soportar tanta injusticia, tanta
miseria, tantos abusos, y durante tanto tiempo. La explosión social que se
vivió podría haber abierto los ojos de una derecha responsable de dicha
situación. Pero no fue así, y sólo vimos la represión y algunas migajas que parecen
haber caído de la mesa de los dueños de Chile.
Acrecentada
la desesperación por una situación de pandemia manejada con soberbia, mentiras,
e indolencia, la realidad es ahora aún más apremiante. Hoy es el hambre, en
toda su cruel realidad, lo que aguijonea el estómago y el corazón de muchos. Y la
respuesta sigue siendo la misma, endéudese.
¡Infiltrado en el gobierno de Piñera!
¡Infiltrado en el gobierno de Piñera!
Y
no nos debe extrañar. Los dueños de Chile, esos que controlan las AFP, la
Banca, las Compañías de Seguros, las grandes tiendas comerciales, esos a los
que nunca le han importado las condiciones en que viven la inmensa mayoría de
los chilenos, esos que hoy están en La Moneda, tienen buenas razones para ello.
El
endeudamiento de millones de chilenos constituye uno de los mecanismos más
relevantes para el sistema económico neoliberal que se mantiene a sangre y
fuego -y pocas veces la expresión ha tenido un sentido más literal- en este
país. El sistema financiero, que se sustenta justamente sobre la base del
endeudamiento, es hoy día crucial para mantener las altísimas tasas de ganancia
que otorga el modelo a quienes son dueños del capital. Las AFP, la banca y los
grandes consorcios comerciales, son elementos claves en la mantención y
desarrollo de un sistema económico que tanto daño ha hecho a millones de
chilenos, pero que ha enriquecido a unos pocos de manera grotesca, y que se
busca mantener a toda costa.
Gobierno Ineficiente, indolente y provocador
Gobierno Ineficiente, indolente y provocador
Pero
hay más, y es que si en verdad el endeudamiento de la población es un excelente
negocio para esquilmar a los trabajadores, también es un excelente mecanismo de
control social. A modo de ejemplo recordemos que al aumentar la oferta de
trabajo, disminuyen los salarios y las condiciones en que se debe realizar ese
trabajo, pero además, entrega motivos adicionales para temer la represión del
empleador, debilitando al sistema sindical y la consiguiente fuerza de
negociación.
Y
hoy, si a todo esto agregamos que la alternativa para no endeudarse es retirar un
porcentaje de los fondos de las AFP, y con eso atacar el modelo neoliberal desde
sus mismos cimientes, hay más razones aún para ofrecer…más endeudamiento. Lo
prometido es …deuda.
Fernando García Díaz
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