A 6 meses de que
se cumplan 50 años del golpe cívico militar, que instaló la dictadura más
sangrienta que ha conocido nuestro país y una de las peores en el mundo, post
II Guerra, la derecha chilena, hija legítima de los criminales de esa época, sigue
buscando, de manera cada vez más desesperada, como eludir sus responsabilidades.
Hace sólo unos días, el 7 de marzo, Sergio Muñoz R, se preguntaba en El
Mercurio ¿Qué pretende el gobierno sobre los 50 años? Y cinco días después Joaquín
García-Huidobro, en el mismo periódico decía ¿Cómo vamos a enfrentar el 11 de septiembre?
Ante la
imposibilidad de evitar que el país y el mundo entero vuelvan a recordar la
tragedia que esa dictadura significó, con el costo político que para ellos
puede significar, desde el año pasado se viene elaborando y exponiendo una
estrategia propagandística que permita eludir -en la medida de lo posible dirán-
la responsabilidad que sobre los crímenes aún mantienen.
La estrategia
desarrollada posee 4 ideas fuerza, que buscan imponer:
La primera es
señalar que la conmemoración del 11 de septiembre “no debe estar centrada en el
pasado, que nos divide, sino en el futuro, que nos convoca”. Es evidente que
una conmemoración de esta naturaleza debe mirar el futuro, pero es imposible
olvidar precisamente lo que estamos conmemorando, el pasado. Más aún, en una “conmemoración”,
la mirada de futuro sólo puede ser a través del recuerdo del acontecimiento
histórico de que se trata. Y en este sentido, eso significa al golpe llamarle
golpe, a la tortura, tortura, a los crímenes, crímenes, y a los criminales, …criminales.
Y sólo a partir de eso, es decir de la verdad, mirar el futuro buscando toda la
verdad, pues aún falta mucha, toda la justicia que ya sea posible, pues ya no
es posible toda la justicia, toda la
reparación que sea necesaria, y sobre todo, el compromiso de no repetición. Por
supuesto, para nada de esto está disponible la derecha.
La segunda idea
que buscan imponer, es hacer creer que el golpe de estado cívico militar –“pronunciamiento”
lo llamaban hasta hace poco- tuvo fundamentos legítimos. Nada nuevo, pues desde
el día mismo en que se produce el golpe, los bandos uno, pero sobre todo el
cinco de la Junta de Gobierno, desarrollaron la doctrina de Tomás de Aquino referida
al derecho de rebelión, para “justificar” lo claramente injustificable. Algo así
como ver a los nazis tratando de justificar el Holocausto. Hoy, como ayer, suelen
aducir a la violencia, la escasez, la supuesta incapacidad, …, durante el gobierno
de Allende. Olvidando, primero, que la caída de Allende se decidió en Estados
Unidos, a pocas horas de haber salido electo, es decir, antes siquiera de
asumir su mandato, con Kissinger a la cabeza (“No veo por qué tenemos que
esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la
irresponsabilidad de su propio pueblo”), segundo, que la escasez fue resultado
esencialmente de las huelgas de los sectores de derecha, camioneros por ejemplo
(por lo demás financiada por los norteamericanos), y el acaparamiento de
quienes tenían recursos y voluntad para comprar y acaparar, es decir, la misma
derecha. Imposible resulta olvidar que ya el día 13 de septiembre – el 12 hubo
toque de queda- había desaparecido la escasez y los estantes de los locales comerciales
volvían a tener todos los productos esenciales. Y en cuanto a la violencia, patético
es que los responsables políticos, y algunos directamente penales, de miles de
asesinatos y decenas de miles de torturas hablen de violencia. Pero eso no es
todo, ¿Cómo olvidar que ellos la introdujeron aun antes que asumiera Allende con
el asesinato del General René Schneider, el 22 de octubre de 1970, con la creación
de la organización criminal Patria y Libertad, que entre otras cosas asesinó al
edecán de Allende, Arturo Araya Peters, del Comando Rolando Matus, etc.
Un tercer
argumento, aún más rebuscado que los anteriores, es que las violaciones a los
derechos humanos no se vinculan con el golpe, son posteriores, y se deben a los
excesos cometido por “algunos”. Para quienes fuimos detenidos el mismo 11 de
septiembre (Regimiento Blindado N°2, Estadio Chile, Estadio Nacional, barco
Andalien, Salitrera Chacabuco, Estadio Chile), nos parece increíble sostener un
argumento de esta envergadura, pues sabemos que las torturas empezaron desde el
momento mismo de la detención. Pero así se hace. Recordemos, especialmente a
quienes no vivieron esos tiempos, que luego de torturas espantosas, a Víctor
Jara y Litré Quiroga los asesinaron en los primeros días del golpe. El 30 de
septiembre despegó el helicóptero en el que se inició la Caravana de la Muerte,
ordenada directamente por Pinochet, que terminó con el asesinato y desaparición
de 97 presos políticos, que las torturas realizadas a dichos prisioneros, arrancarle
los ojos, destrozarle los genitales, quebrarles las mandíbulas, etc. fueron de
tal envergadura que el General Joaquín Lagos O., quien era el Jefe de Zona en
estado de sitio en Antofagasta declaraba años más tarde que no había entregado
los cuerpos a sus familiares porque le había dado vergüenza el estado en que
los habían dejado los valientes soldados. Y por lo demás, que las torturas y
asesinatos fueron hasta el último momento de la dictadura.
Por último, que
ellos, los políticos de derecha, no supieron de estos “excesos” sino hasta
llegada la democracia. Curioso, por decir lo menos, es que antes que ellos lo supiera
el mundo entero. Desde luego recordar que en el ámbito interno, ya el Comité
Pro Paz, creado el 6 de octubre de 1973, antes de un mes desde el golpe, empezó
a denunciar las violaciones a los derechos humanos, y precisamente por eso hubo
hostigamiento de la dictadura hacia sus miembros, incluso directamente de
Pinochet hacia el Cardenal Silva Henríquez, y tuvo disolverse el 31 de
diciembre de 1975, creándose, a partir del día siguiente, la Vicaría de la
Solidaridad, cuya denuncia, desde el primer momento a los tribunales de
(in)justicia fue permanente, sistemática y encomiable. Su archivo, de más de 43
mil fichas resultó indispensable para la reconstitución de parte de la
verdad de lo ocurrido. En el ámbito internacional la situación no fue
diferente. La Asamblea General de Naciones Unidas y la Comisión de Derechos
Humanos condenaron a la dictadura chilena todos los años, desde 1974 hasta 1989.
En 1975 se nombró incluso un Grupo de Trabajo Ad-Hoc para Chile, y luego de
tres años se nombró un Relator especial que se mantuvo hasta 1990. A ello
debemos agregar que el 12 de septiembre de 1976 apareció en la playa La Ballena,
Los Molles, el cuerpo torturado y asesinado de Marta Ugarte, detenida el 9 de
agosto del mismo año, que la masacre de Lonquen, en donde días después del
golpe se secuestra, tortura y asesina a 15 campesinos entre 17 y 51 años, fue
develada en 1978, entre otros hechos. Esos hechos hacen imposible suponer que no supieran
lo que estaba pasando.
Como hemos
señalado, dentro de seis meses conmemoramos el once de septiembre. Es tiempo de
organizarnos para ello, rescatar lo que pasó en nuestro pueblo, en nuestra
villa, en nuestra población. Debemos recurrir a exposiciones, entrevistas,
publicaciones, videos, a todo lo que sea posible para recordar los crímenes y a
sus responsables. Solo si tenemos memoria podremos unirnos para enfrentar un
neofascismo cuya presencia en nuestro país se muestra peligrosamente presente.
11 de marzo de
2023
Invitación a construir memoria colectiva
Absolutamente de acuerdo. Es la tarea
ResponderBorrarGracias por tu comentario
ResponderBorrarMuchas gracias por tu análisis y memoria. Es indispensable recordar, nombrar y acusar, para terminar con este estado de impunidad!
ResponderBorrarComo sobreviviente delo q en el gobierno de Pinochet comenzó detenido, torturado en el E. NACIONAL y enviado a Campo de concentración un monton de hijos .de
ResponderBorrarChacabuco donde siguieron las torturas, porque un señor oficial del Campo decía q :" La Pampa pide sangre y con uds, se la daremos".. hoy desde el exilio solo veo lo que la dictadura dejó un montón de hijos de militares , que hoy son diputaosco senadores derechistas .y que hoy niegas que como laxSra .Matthew, hija de otrosanguinario q mando a matar al.padre de la expresamente Bachelet, que el señor Mattheibteniaca carco la ColoniacDignidad , done también se torturaba , estos señores se creen líderes de la democracia.y siguen viviendo a costilla de la Constitución de Pinochet ,que no quieren cambiar ,pero no nos detendrán.